¿Puede la Espirulina Fotosintética Ser la Solución Sostenible a la Deficiencia de Vitamina B12?
En la búsqueda constante de soluciones sostenibles para los problemas nutricionales globales, un nuevo avance ha puesto el foco en la espirulina fotosintéticamente controlada como una posible fuente de vitamina B12 biológicamente activa. Este descubrimiento abre una puerta prometedora para aliviar una de las deficiencias de micronutrientes más comunes en el mundo, ofreciendo una alternativa viable y ecológica a la carne y los productos lácteos.
La Deficiencia de Vitamina B12, un Desafío Mundial
Más de mil millones de personas alrededor del mundo padecen de deficiencia de vitamina B12, un micronutriente esencial para la función nerviosa, la producción de ADN y la formación de glóbulos rojos. Hasta ahora, la fuente más confiable de vitamina B12 proviene de alimentos de origen animal como la carne y los productos lácteos. Sin embargo, la producción de estos alimentos presenta serios problemas ambientales, desde la emisión de gases de efecto invernadero hasta la degradación del suelo y el consumo excesivo de recursos hídricos.
Los alimentos vegetales, aunque más sostenibles, no han sido capaces de proporcionar esta vitamina de forma biodisponible. La espirulina, una microalga conocida por sus beneficios nutricionales, ha sido propuesta como un sustituto más saludable y ecológico de la carne. Sin embargo, hasta ahora, la espirulina solo contenía pseudovitamina B12, una forma que no puede ser absorbida por el cuerpo humano.
Un Avance Biotecnológico Prometedor
El estudio liderado por el Dr. Asaf Tzachor y su equipo ha cambiado el panorama. Utilizando biotecnología avanzada, lograron cultivar espirulina en condiciones controladas que permiten la producción de vitamina B12 biológicamente activa, en niveles comparables a los de la carne de res. Este es el primer estudio que reporta este logro, abriendo una vía para que la espirulina sea una fuente viable y sustentable de vitamina B12.
La clave del éxito de este estudio radica en el uso de fotobiorreactores avanzados desarrollados por VAXA Technologies en Islandia. Estos reactores emplean la gestión fotónica, es decir, la modificación de las condiciones de luz, para estimular la producción de vitamina B12 activa en la espirulina. Además de la vitamina B12, la biomasa producida en estos reactores contiene compuestos bioactivos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y estimulantes del sistema inmunológico, lo que la convierte en un superalimento sostenible.
Implicaciones para la Producción Masiva y la Nutrición Global
El estudio no solo se limita a la investigación en laboratorio; también explora las posibilidades de escalabilidad. Según los investigadores, si se redistribuyera parte de la electricidad que actualmente se destina a la industria pesada en Islandia hacia la producción de espirulina, el país podría generar 277.950 toneladas de biomasa de espirulina anualmente. Este nivel de producción equivaldría a 4.555 gramos de vitamina B12 activa por año, suficiente para cubrir la ingesta diaria recomendada de más de 13,8 millones de niños entre 1 y 3 años.
Los escenarios más optimistas sugieren que, con la infraestructura adecuada, la producción de espirulina podría satisfacer las necesidades de vitamina B12 de más de 50 millones de niños en todo el mundo. Esto no solo reduciría la dependencia de productos animales, sino que también tendría un impacto positivo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios globales.
Un Futuro Más Sostenible
Este avance biotecnológico marca un paso significativo hacia la creación de un sistema alimentario más sostenible y nutritivo. La producción de espirulina fotosintéticamente controlada no solo ofrece una fuente ecológica de vitamina B12, sino que también ayuda a mitigar el impacto ambiental de la producción de carne y productos lácteos.
La posibilidad de cultivar espirulina con altos niveles de vitamina B12 biológicamente activa representa un avance notable en la lucha contra la deficiencia de micronutrientes. Si bien aún se necesitan más estudios y pruebas para escalar esta tecnología a nivel global, los resultados iniciales son muy prometedores y podrían cambiar la forma en que abordamos tanto la nutrición como la sostenibilidad alimentaria en el futuro cercano.
El cultivo de espirulina fotosintéticamente controlada ofrece una solución prometedora a la deficiencia global de vitamina B12 y presenta un camino hacia la producción de alimentos más sostenibles.
Este avance podría transformar el futuro de la nutrición humana, reduciendo nuestra dependencia de productos animales y ayudando a aliviar una de las deficiencias de micronutrientes más extendidas en el mundo. Aunque el camino hacia la implementación a gran escala aún está en desarrollo, el potencial es inmenso, tanto para la salud humana como para la sostenibilidad del planeta.
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